...Tu mi única razón para llorar, mi talón de Aquiles...
Así como la kriptonita debilita a Superman, así me debilitas tu, así como Drácula teme al amanecer, le temo al anochecer, a la oscuridad, a la soledad donde pueda pensar y darme cuenta que no te tengo, que solo te entretengo, que sin duda algún nunca estaremos de frente, para en tus ojos reconocer que no me quieres, que me hiciste fuerte para derrumbarme de un solo golpe, que poco a poco me condujiste a una curva peligrosa, que gota a gota me ahogaste, que toque a toque me destruiste la piel y me condenaste a no querer, que beso a beso me involucraste con tus fríos labios para con ellos echarme, que cada abrazo apretaba para romperme los huesos, que día a día me cobrarías la compañía, que silencio a silencio gritabas escandalosamente que no debía estar allí, que rose a rose me proyectaste en el fin de mi universo; Tu el fin de mi universo, el bigbang de mi corazón, el hecatombe de mi razón, la crisis de mi yo interior, el frió que congelo mis sentimientos, el carcelero que encerró a mi corazón, la reja que lo oculto, el candado que la cerro y la llave que lo reafirmo, el proceso sin retorno, la metástasis de mi sufrimiento, la preocupación de mi cerebro por morirse antes de seguir sufriendo, la huida de mi sangre por mis ojos cuando ya ni lágrimas tenia, sentada en aquel lugar donde por primera vez nos vimos y donde aquella vez juraste en aquel "hechizo" "Junto a mi estar siempre" donde dia a dia me demostrabas que "Yo te interesaba" lo poco que a otros les importaba, lo frágil que nuestra relación era, lo delicado que eran los nylons con los que mi corazón cosiste y lo inestable que era la reacción que a tu corazón provocaba mi sentir y mis explosivos reactivos, la parábola del lanzamiento parabólico de mis besos hacia tus labios que no aplicaban la gravedad real, el inestable proceso que se hacia el que aceptaras que alguien como yo te quería y el cielo te bajaría, lo ilógico que podía ser mi querer, lo poco filosófico que era tu mirar, la poca rima que producían tus versos a mis oídos, lo insensible de tu psicología aplicada en mi razón, el descuidado estudio de mi cuerpo sobre el tuyo, el ya cansado palabreo que me llevaba a la locura... Tu mi debilidad, el fin de mi creatividad, el ocaso de mi intimidad, la razón de mi fragilidad, la excusa que le daba a la tranquilidad para desaparecer, el veneno para mi realidad, simplemente lo no me dejaba respirar. La matemática desesperada que no me explicaba el método de Gauss para conseguir la matriz de nuestro amor, la perpendicular con tu corazón para alcanzar con tu condición de que nunca fui digna de ti, de que poco a poco era mas y mas pequeña junto a tu inversa grandeza; ordenadamente fije columnas para alejarnos, pero al girar te encontraba, entre los métodos primitivos de mi país comunista donde yo solo era tuya y tu solo eras mio, que se rompieron cuando apareció diciendo que le pertenecías, derrumbando la arquitectura ateniense que escondía nuestra relación entre el templo de curiosidades insólitas de pasiones ocultas de dos seres iguales, pero tan diferentes... El mañana, el que trae una debilidad, tu mi debilidad, nuevamente frente a tus letras, frente a tu descolorida foto en mi cabeza con la reciente y repitiente despedida en la que me quede en una y otra vez, la falta del aleatorio sin duda alguna, la reafirmación de que tu eres el ser que me debilita, que me quito el poder de mi Reino, que me derrumbo sin cañones, si no con abrazos y caricias, la demostración de que el mas grande Imperio cae ante el mas pequeño Reino, la confirmación de que hasta el monstruo mas feroz tiene una debilidad completamente barbárica que lo asesina y neutraliza por completo, así como tu a mi, así como tus palabras se convirtieron en susurros lejanos que me negaban que existiamos y que me contaban ordinariamente el fin desde el infinito hasta el 0 de este Imperio que crecía con mentiras y falsedades, así como tu mirada me alejo, así como tus abrazos me ordenaron partir, así como hoy te veo y me siento a morir, así como tu sonrisa que me diste al despedir... sin duda alguna Tu el Anti-Cristo de mi religión y el fin de mi relativa existencia ...
Peque-nia writer
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