sábado, 23 de marzo de 2013

Comandante Abatido

"No dejáis quel imperio gane, no abandonaeis la causa, un pobre tiene derecho a ser feliz con la mujer que ama, no dejéis que mi muerte quede en el aire"

Estaba abatido sobre el campo de batalla, el hombre que tanto lo odiaba lo había logrado, 12 disparos, 12 balazos que su cuerpo resistió, logro llegar arrastrándose a los pies del alférez uno, su sangre estaba por todo el piso, el traje blanco manchado de su sangre azul que le corría por las venas, el príncipe de una nación abatido cual ladrón, sus ojos se mantenían abierto, pero siempre pendiente de su amada, aquella por la que estaba allí, se acerco valeroso y vivas al alferes y le pidió que le diera agua, tomo y este no noto que agonizaba, el militar medico, se acero a mirarlo pero este se negó, camino unos pasos hasta la carpa y se sentó en la que era su cama, saco una foto y miro por un segundo el rostro, y en ese instante se desplomo al piso, convulsiono mientras aquel momento pasaba por su mente, el hombre que lo asesino su rostro sádico de satisfacción que lo miraba con odio y rencor, a su pequeña había embarazado y enamorado y sin embargo no estaba a su lado, los beneficios de la muerte, antes de cerrar sus ojos miro a su compañero y le sonrió, le dijo "Moriré por ella, he de regresar a buscarla para amarla por siempre, pero antes cuida de ella o morid en el intento" y cerro sus ojos estrepitosamente, su alma se alejo en el recuerdo y 500 años mas o menos después no ha podido amarla, amarla como tiene que hacer, como su corazón quizá hacerlo. Aun se escucha en la eternidad su grito de desesperanza después de voltear y encontrarse con el primer balazo, mirar a la cara de sus asesino y caminar, pedir clemencia, mientras este descargaba su cartón sobre su cuerpo, su corazón se partió en dos dijeron los estudios, su pecho valeroso que era el refugio de sus delicado cuerpo, quedo agujereado por el odio de un ser humano que no supo comprender el amor, el amor que nunca podrá llegarle "Infeliz seréis" lo condeno al mirarlo y al desplomarse este le escupió la cara, lo maldijo entonces "Maldito seras y a tu hija perderás" fue así cuando tomo su espada y se la ensarto acuchillando su espalda y dejándolo inmóvil, desapareció de la escena no sin poder mirar que estaba perdido, esta perdido para siempre.
Peque-nia writer

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